Camisas para hombres musculosos

Permanecer en las condiciones físicas máximas es un trabajo duro. Encontrar una camisa con las proporciones correctas para adaptarse a un físico hercúleo puede ser aún más difícil. Como resultado, los hombres musculosos generalmente se ven obligados a llevar modelos de camisas que quedan demasiado apretados o demasiado holgados. Cuando te has pasado años cuidando de tu cuerpo, parece un desperdicio dejar que la ropa mal ajustada arruine tu silueta.

Afortunadamente, hay cositas que puedes hacer para garantizarte un ajuste perfecto. Los bíceps abultados, los pectorales grandes y las cinturas delgadas pueden lucir como se merecen. Si sigues nuestros consejos, encontrar la camisa adecuada para ti ya no será una lucha.
 

El fit ideal de una camisa para un cuerpo musculoso

Hay una idea errónea común de que un físico musculoso se ve mejor con una camisa ajustada. Esto se perpetúa por el hecho de que muchas de las camisas del tipo muscle fit están diseñadas para ser lo más envolventes posible. Lograr el ajuste perfecto para un cuerpo musculoso, en realidad, se basa en los mismos principios que dicta un buen ajuste para todos.

En primer lugar, es vital que la medida del cuello sea correcta. Si resulta demasiado apretada, será difícil abrochar el botón superior correctamente. Si resulta demasiado suelta, la camisa no se ajustará bien al cuerpo. Debes ser capaz de insertar cómodamente un dedo entre tu cuello y el cuello de la camisa cuando el botón superior está abrochado.

Las costuras de los hombros de una camisa deben estar en el lugar correcto para lograr una silueta nítida. Si se extienden más allá de los hombros llegando a la parte superior del brazo, le darán a la camisa un aspecto holgado. Las costuras que sientan demasiado altas disminuirán el rango de movimiento del brazo por lo que se sentirán incómodas. Para que sean perfectas, las costuras deben llegar justo hasta el borde del hombro, en la parte superior de tu brazo.

Las mangas y los puños son igual de importantes. Cuando los brazos estén extendidos, las mangas de la camisa deben coincidir con la zona entre la muñeca y la mano, mientras que los puños deben rodear suavemente las muñecas sin que resulten demasiados flojos o apretados.

En el torso, la tela debe quedar plana sobre el pecho sin tirar de los botones. La longitud correcta depende de si la camisa se meterá dentro del pantalón o no. Asegúrate de que puedes levantar ambos brazos sin que tu camisa salga de la cintura. Si la llevas por encima del pantalón, tendría que llegar hasta la parte superior de las nalgas.

A medida

Cada persona es distinta. Cuando no eres del montón, encontrar prendas que se ajusten perfectamente a tu físico es prácticamente imposible. La mejor manera de superar este problema es invertir en una camisa hecha a medida.

Poder tener una camisa creada a partir de tus medidas exactas es la única manera de asegurarte un ajuste perfecto. Así, cada centímetro de tu torso se tiene en cuenta desde el momento en que se da la primera puntada. Ya se acabaron los compromisos entre querer lucir y no poderlo hacer, las interpretaciones de la tablas de tallas y los viajes a la tienda de arreglos.

Prueba una tela elástica

Comprar una camisa hecha a medida es una forma de asegurarte comodidad. Otra posibilidad es optar por un tejido elástico o de mezcla elástica. Esto puede hacer que tu camisa sea aún más agradable de llevar al aumentar la libertad de movimiento gracias a cierto grado de elasticidad.

Tienes varias opciones disponibles a tu alcance en términos de materiales elásticos. Una es la mezcla que contenga una fibra elástica como la lycra. Si prefieres mantenerte alejado de los textiles sintéticos, puedes optar por un tejido elástico de algodón puro, en el que se haya realizado un tratamiento especial para aumentar la elasticidad sin el uso de hilo sintético.

La neutralidad es la clave

Ok, tus músculos son muy vistosos, sin embargo la camisa en la que están envueltos no debería serlo. Los colores brillantes y los estampados atrevidos pueden resultar excesivos cuando se muestran en un marco más grande. Por esta razón, lo mejor es alejarse de las camisas chillonas y ceñirse a una paleta neutra en su lugar.

Colores discretos como el gris, el azul marino, el beige y el verde oscuro pueden funcionar bien. Si quieres experimentar con colores más variados, opta por sutiles tonos tierra y otoñales. Incluso las camisas blancas clásicas pueden parecer abrumadoras en un marco más grande, así que prueba con tonos apagados como el azul pálido y el rosa al crear tu vestuario de trabajo.

Elige franjas verticales en lugar de horizontales

Si los estampados son lo tuyo, las rayas son la mejor opción. La clave es asegurarte de que están en el sentido correcto. Las rayas horizontales tienen un efecto de ensanchamiento y pueden hacer que tu torso parezca aún más ancho de lo que realmente es. Para un cuerpo de gym, el objetivo es adelgazar y alargar. En este caso, las rayas verticales son la mejor opción.

Opta por una tela liviana y lisa

Las telas gruesas y texturizadas crean volumen. Si estás cachas, es mejor que elijas materiales que no aumenten este efecto. Los tejidos finos y sin textura son los mejores para los hombres con cuerpo de gimnasio. Piensa en popelín, algodón egipcio y algodón elástico en lugar de franela, denim y pana. Dicho esto, las telas con textura ligera no supondrán una diferencia notable. Por lo tanto, los materiales clásicos de camisas como la tela Oxford y la sarga siguen siendo opciones viables.