Cómo vestir una camisa polo de hombre

 

Hay muy pocas prendas que se puedan llevar tanto con atuendos informales como con traje, pero la camisa polo es una de ellas. A lo largo del último siglo, esta versátil prenda que comenzó a usarse primero en las pistas de tenis se ha instalado en los armarios y tomado parte en algunas de las más elegantes subculturas de la moda masculina.

Llamarlo un básico sería un eufemismo: el polo es un elemento esencial de todo armario masculino. A medio camino entre lo elegante e informal, es una buena opción para las ocasiones más complicadas de vestir.

A continuación, analizamos una de las prendas estrella de la moda masculina, incluyendo su sorprendente historia, consideraciones de compra y algunos consejos de estilo.

Historia de la camisa polo

Técnicamente, los primeros “polos” aparecieron a finales del siglo XIX. Eran camisas de algodón de manga larga diseñadas específicamente para jugar al polo y con un cuello abotonado para evitar que las puntas del cuello se levantaran durante el juego. Estas primeras prendas tenían poco que ver con los jerséis de algodón de piqué con cuello que hoy llamamos polos y que, irónicamente, tienen sus raíces en un deporte totalmente distinto.

El polo de piqué moderno nació en las pistas de tenis de finales de los años veinte. Al igual que las prendas para el polo, las prendas de tenis tradicionales anteriores a esta época constaban de una camisa de manga larga y con botones que era gruesa, pesada y poco práctica para hacer deporte.

Para solucionar este problema, el legendario deportista René Lacoste introdujo su propia camisa de tenis de manga corta y tres botones. Estaba hecha de algodón piqué ligero y elástico, que mejoraba la movilidad y la transpirabilidad y era mucho más cómoda para jugar.

La nueva y mejorada camisa de tenis tuvo un éxito arrollador, pero por su nombre engañoso y su estilo preppy solo se consolidó cuando la prenda llegó a EE.UU. El diseñador Ralph Lauren adoptó su forma en la década de 1970 para su recién lanzada línea “Polo”. Se le denominó simplemente como “polo” y el nombre cuajó.

Desde entonces, el polo se ha colado en el armario de las tribus estilísticas más influyentes, como los mods y los skinheads, y lo han vestido todos, desde James Bond hasta David Beckham.

Cómo vestir un polo de manga corta

El polo de manga corta es muy popular cuando comienza el buen tiempo, y se puede combinar con facilidad. Suele aplicarse a un estilo informal, pero se puede adaptar a todo: desde trajes a medida hasta colecciones de crucero.

Un polo blanco clásico de algodón piqué es una prenda deportiva y elegante que puede llevarse de muchas maneras. Para un caluroso fin de semana estival, combínalo con chinos oscuros, zapatos de playa o mocasines y remata con un cinturón de cuero. Para un look más relajado, de piscina, simplemente reemplaza los chinos por unas bermudas y completa el look con un par de zapatillas o sandalias.

Por regla general, los polos en tonos oscuros suelen ser más elegantes. Por eso un polo negro o azul marino combinan mejor con prendas a medida, porque proporcionan una forma elegante de vestir un traje de verano para ocasiones como bodas o fiestas de cóctel. Un polo oscuro con un traje de lino en tono claro y neutro contrastará en color y textura.

Si quieres algo más contundente, elige un polo en un tono intenso y combínalo con prendas sencillas, como unos chinos beige y unos mocasines negros. Así el polo será el protagonista, creando un look veraniego que llame la atención sin resultar excesivo.

Cómo vestir un polo de manga larga

Igual que los polos de manga corta son idóneos para el calor, los de manga larga lo son para los días más frescos, así como para el otoño e invierno. Este tipo de polo puede ser una excelente alternativa a una camisa Oxford en determinadas situaciones. Si se lleva con traje, por ejemplo, aporta un toque de modernidad. Sigue siendo relativamente elegante, pero sin acercarse tanto al territorio de lo “recargado”. Combina un polo de manga larga con un pantalón a medida y una americana a juego para darle un toque informal a tu traje. Para mayor efecto, asegúrate de llevar tonos en contraste entre traje y polo.

Un polo de manga larga también combina bien como parte de un look minimalista. Combínalo con unos vaqueros índigo sin tratar y un par de zapatillas deportivas blancas para conseguir un look limpio y desenfadado que nunca pasa de moda.

Qué buscar en un polo piqué

El modesto polo es un elemento fundamental de cualquier armario bien surtido. Por eso es tan importante acertar. Hay una serie de consideraciones que te permitirán seleccionar el polo adecuado que te garantice un buen ajuste, durabilidad y comodidad.

El ajuste

Al igual que con cualquier otra prenda, el ajuste es clave. En términos generales, un polo debe ser entallado sin llegar a ser restrictivo, el dobladillo debe caer unos cinco centímetros por debajo de la cintura y las costuras de los brazos deben asentarse limpiamente en los hombros, como con cualquier camisa. Naturalmente, el ajuste varía mucho de una persona a otra, por lo que optar por un diseño de polo a medida es una forma segura de garantizar el ajuste correcto. Porque no siempre es posible con las opciones estándar.

El tejido

El tejido es otro punto importante a tener en cuenta. Hay muchas opciones: la tela Terry, de punto y jersey, por nombrar algunas, pero el clásico algodón de piqué sigue siendo la opción más versátil. Este tejido ligero es elástico, transpirable y aporta algo de textura al conjunto.