La icónica camisa blanca

The white shirt deserves an Oscar. It has starred in countless iconic movies and has made many an actor. We look at how the classic sartorial mainstay plays such an important role in creating a character.

El Gentleman inglés: Colin Firth como Harry Hart en 'The Kingsman'

Nuestro primer Oscar de estilo se lo otorgamos a Colin Firth en 'The Kingsman'. Una película elogiada por el estilo elegante de su protagonista, el espía Harry Hart, retratado como un caballero inglés distinguido y refinado. Impecablemente vestido con un elegante traje cruzado y zapatos Oxford de color negro azabache, la elección de su camisa es algo particular. Un hombre de alto nivel exige solo lo mejor: el algodón Sea Island, porque cuenta con un brillo único que mejora con el uso. Lleva puño francés (por supuesto) que siempre sobresale exactamente un centímetro y medio.

 

El hombre que no se anda con bromas: Tom Hardy como Reggie Kray en 'Legend'

Nuestro siguiente personaje ilustre es Tom Hardy que interpreta al duro Reggie Kray. Confiado y distante, no se anda con tonterías. Los hombros del traje de hilera sencilla son sólidos y la corbata es toda una declaración de intenciones, siempre sujeta con un alfiler de oro. Su camisa es ceñida pero cómoda, tejida en algodón y elastano para darle un poco de elasticidad y durabilidad, con un cuello recto muy afilado. Un consejo: para lograr un estilo como el de Reggie Kray, las medidas de su camisa deben ser perfectas para crear el ajuste adecuado, una mayor comodidad y una elegancia indiscutible. Si se va a deshacer de la corbata, lo cual es aceptable para este estilo, asegúrese de que tenga un cuello rígido con tirantes extraíbles.

 

El espíritu libre: Ryan Gosling como Sebastian en 'La La Land

Y por último (aunque no por ello menos importante), el hombre que debería recibir un premio únicamente por su atuendo es Ryan Gosling en su interpretación de Sebastian en "La La Land". El estilo del músico de jazz es lo suficientemente relajado como para bailar, pero conserva un cierto nivel de elegancia retro sin llegar a ser kitsch (nos referimos por ejemplo a su camisa de cuello abierto metida en pantalones sin pinza). Consigue que el uso diario del traje parezca fácil y sencillo: su ropa le queda bien sin estar demasiado ajustada y no tiene reparo en subirse las mangas y, bueno, bailar. El corte de la camisa debe lograr un ajuste fácil y elaborarse a partir de un tejido con textura, como el lino. No desentonaría añadir un detalle de moda adicional, como unas iniciales bordadas o un estampado en el puño y el cuello.