¿Qué cuello de camisa te sienta mejor?

Las camisas llevan siglos siendo una parte integral de cualquier armario masculino. Con el paso del tiempo, han evolucionado y se han adaptado a las diferentes épocas. Y lo mismo ha pasado con los cuellos de camisa.

Hoy en día, hay tantos tipos de cuello como de camisa. Desde cuellos desenfadados y abiertos hasta más elegantes y formales, las opciones se han multiplicado para cubrir una gama de códigos de vestimenta que responden a las diferentes ocasiones y necesidades. La elección dependerá de una serie de factores: la ocasión, la indumentaria e incluso la fisionomía del usuario. ¿No te suena nada? Te lo explicamos.

Te presentamos los cinco tipos de cuello más comunes para vestir desde muy informal hasta de etiqueta. Esto es lo que necesitas saber sobre cada uno para poder elegir el más adecuado para tu próxima camisa a medida.

El cuello francés

Si necesitas versatilidad, un cuello francés es una buena opción. Este clásico se caracteriza por el espacio relativamente pequeño entre las puntas, y viene en diferentes tamaños y formas. Se puede llevar con o sin corbata, y por eso es perfecto para una amplia gama de ocasiones, desde un evento formal a uno más cotidiano.

Si decides llevar un cuello francés con corbata, elige bien el nudo. El pequeño espacio entre las puntas se presta más a nudos pequeños, como el nudo simple, y queda mejor con corbatas finas ya que las anchas destacarían demasiado.

Aunque el cuello francés es de los más versátiles, es especialmente adecuado para caras redondas, ya que el perfil vertical de este cuello hará que la cara parezca más alargada.

El cuello italiano

Si bien el cuello francés ha sido durante mucho tiempo el estándar en Norteamérica, el cuello italiano es más común en Europa. Estos dos tipos de cuello tienen muchas cosas en común, pero en el cuello italiano las puntas están más separadas y es una opción que se ha vuelto muy popular en los últimos años.

En principio se diseñó para llevar nudos de corbata más anchos, como el Windsor, pero los estilos varían y algunos son lo suficientemente estrechos como para poder llevarlos con un nudo simple. Además de nudos más anchos, el cuello italiano se adapta bien a corbatas de tejido grueso como la lana, la franela o el cachemir.

En cuanto a las ocasiones, las reglas son similares a las de un cuello francés. Es decir, es un estilo extremadamente versátil y se puede llevar en una amplia gama de ocasiones dependiendo del resto de la indumentaria. Sigue quedando bien con trajes a medida, pero también es lo suficientemente informal como para vestir con chinos y zapatillas deportivas.

Este tipo de cuello favorece más a hombres con caras estrechas, no tanto a caras redondas o anchas.

El cuello mao

Hay quienes sostienen que el cuello mao no es realmente un cuello porque carece del pliegue distintivo que poseen todos los demás cuellos. Es lo que le otorga un aire más contemporáneo e informal comparado con los demás, y confiere a un atuendo sencillo un toque de personalidad.

El estilo no se impuso en la moda masculina occidental hasta la década de 1920 y 1930, cuando la clase trabajadora inglesa lo adoptó porque era práctico y no requería corbata. Hoy en día, es un cuello muy integrado en la moda convencional y estimado por su estilo relajado, aunque también puede llevarse con traje.

Puedes vestir un cuello mao en cualquier ocasión excepto si necesitas ir de etiqueta. Vístelo con prendas informales como unos vaqueros para el fin de semana o con pantalones cortos y sandalias en verano o de vacaciones. Del mismo modo, puedes usarlo con traje y verte formal.

El cuello americano o button-down

El cuello abotonado, una prenda elegante e informal, tiene su origen en el deporte. Se diseñó para los jugadores de polo, que necesitaban una solución para evitar que el cuello de sus camisas se agitara mientras galopaban. Pero sólo cuando un estadounidense llamado John E. Brooks lo vio en una visita a Gran Bretaña se dio cuenta de su potencial como artículo de moda. Se lo llevó a la empresa de su abuelo, Brooks Brothers, que introdujo el cuello abotonado en el mundo de la moda masculina. El diseño es muy similar al del cuello francés, con la diferencia de que los botones lo mantienen en su sitio.

El cuello abotonado es el más adecuado para situaciones que requieran un estilo cuidado informal. Es decir, cenas, citas, bares, salidas de fin de semana, y todo lo que se le parezca. El cuello abotonado luce mucho en camisas Oxford, en combinación con un pantalón a medida y un zapato elegante e informal, como un mocasín o una bota de ante.

En términos de fisionomía, es muy parecido a su homólogo sin botones. Es decir, no favorece mucho a las caras alargadas.

El cuello de ceremonia

Casi todos los estilos de cuello poseen cierto grado de versatilidad, pero este no es el caso. El de ceremonia es un cuello exclusivamente formal. Solo debe usarse para ir de etiqueta. En ningún caso debe llevarse con un traje de dos piezas.

En cuanto al diseño, el cuello de ceremonia consiste en una banda rígida con dos puntas dobladas hacia el exterior para permitir el uso de la pajarita. De hecho, algunas camisas con este tipo de cuello vienen con un cierre de gancho especialmente diseñado para ajustar la pajarita.

Lo que puedes combinar con este tipo de cuello es bastante limitado. Solo puede llevarse con esmoquin. Y es la única opción a la hora de elegir una camisa para tu próximo acto de etiqueta.

Los cuellos especiales

Los cuellos especiales ofrecen una serie de atributos o funciones de diseño. Por ejemplo, el cuello con alfiler mantiene la corbata en su lugar. El cuello con pasador también mantiene la corbata en su lugar, pero además empuja el nudo hacia fuera. También hay otros estilos de cuello decorativos. Por ejemplo, el cuello “club” de punta redondeada es un modelo inspirado en los años veinte que sirve como complemento perfecto para un nudo simple y toque vintage.